La lucha por el Ser si misma: El trabajo artístico de Ines Medina
Jacqueline Wilson
Bailarina de danza contemporánea, artista plástica, coleccionista y marchante de arte.
Escrito en el catálogo de la exposición:
The Unified Femininity
BBK Fundation. Bilbao
La primera vez que estuve en el estudio de Inés Medina, en el barrio neoyorquino de Brooklyn, allá por el mes de febrero del año 2000, supe que, de alguna manera, mis percepciones sobre el arte y la vida iban a tomar un rumbo nuevo, insospechado. Tuve el honor de estudiar con ella las técnicas de la pintura y el dibujo durante cinco años, y, a lo largo de ese periodo, no sólo aprendí a intuir la realidad que vertebra las formas y el pensamiento, sino que pude ver desarrollarse, a través de los cuadros de Inés, un proceso psicológico y espiritual.
Fue, en cierto sentido, un proceso muy natural, como ver una planta o un árbol transformarse en algo verdaderamente magnífico. Desde mi perspectiva, los cuadros de Inés documentaban el viaje humano, psicológico, espiritual, y físico mediante el cual una persona llega a ser sí misma o, incluso, algo más grande que sí misma.
Al principio, los cuadros de Inés expresaban, de una manera extremadamente pura, la quietud de la mente, el reconocimiento de lo que se halla dentro de la mente y, para concluir, la desocupación de la mente. Ni que decirtiene que había mucho en aquella mente; cada semana me llevaba una sorpresa al contemplar el contenido de sus obras. Allí veía articuladas las turbulencias y la agitación de su mente y de sus emociones que expresaban su viaje.
Duró varios años aquel proceso turbulento. Un día, al llegar a la clase, pude ver un cuadro tan delicado como sutil –Ofrenda divina– que plasmaba el resultado de toda su obra anterior. Pero el viaje no había concluido. El proceso continuó, elevándose así a unos niveles aún más sutiles, más raros, de mente y de emoción. Es más: no parece haberse terminado todavía. La obra de Inés documenta un proceso psicológico real expresado mediante la pintura y el dibujo, un proceso del que he sido testigo afortunado. Toda la belleza, la espiritualidad, y la energía que informan su obra es el resultado de ese proceso tan difícil como sublime: El proceso de convertirse en lo que se es.
Jacqueline Wilson
Bailarina de danza contemporánea, artista plástica, coleccionista y marchante de arte.